Historia

Cada etapa de nuestra parroquia ha sido un testimonio de fe, esfuerzo y comunidad. Conoce cómo comenzamos y cómo Dios ha guiado nuestro camino.

Nuestra Señora del Camino

Nuestra Señora del Camino es una advocación mariana con profunda tradición en diversas localidades de México y España. Su origen se remonta a siglos atrás, cuando los peregrinos que recorrían antiguas rutas pedían protección y guía en sus viajes. La imagen representa a la Virgen Dolorosa sosteniendo el cuerpo yacente de Cristo, con el rostro de Él dirigido hacia abajo, lo que le otorga una poderosa carga de ternura y compasión Virgen del Camino. Tallada en madera de nogal en los primeros años del siglo XVI (aproximadamente 1514) y complementada más tarde con una corona y un baldaquino de plata (1715), esta obra ha sido venerada durante siglos no solo por su valor artístico, sino por la profundidad espiritual que transmite Virgen del Camino. En la Parroquia de Nuestra Señora del Camino, esta devoción se mantiene viva a través de celebraciones, momentos de oración y la presencia constante de quienes buscan su amparo y compañía.

Una placa con un crucifijo dorado en el centro, en un fondo decorado con detalles dorados intricados y un letrero que dice: "Primera piedra de la ermita de la Virgen del Camino de Puebla, Ciudad de León, España, 24 de mayo de 1996".

La construcción

La Parroquia de Nuestra Señora del Camino, ubicada en la ciudad de Puebla, México, tiene sus orígenes en el siglo XX, cuando la creciente demanda de espacios religiosos llevó a la comunidad local a establecer un nuevo centro de culto dedicado a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Camino. Este nombre refleja el papel de la Virgen como guía y protectora de los peregrinos y viajeros que transitan por la región.

A lo largo de las décadas, la parroquia ha sido un punto de encuentro espiritual y social para los habitantes de la comunidad, consolidándose como un espacio de fe, oración y apoyo comunitario. La estructura arquitectónica combina elementos tradicionales con adaptaciones modernas, buscando ofrecer un ambiente acogedor y sereno para los feligreses.

La parroquia ha promovido diversas actividades pastorales, culturales y educativas, fomentando la participación activa de sus miembros en la vida eclesial y en proyectos de solidaridad social. Además, su cercanía a importantes vías de comunicación refuerza su simbología como “el camino”, un lugar que acompaña tanto a quienes llegan como a quienes parten, preservando una historia viva al servicio de la espiritualidad en Puebla.